Por el año 2014, descubrimos la pasión que nos generaba jugar con una vieja mesa que se encontraba en el trabajo. Utilizamos cualquier tiempo libre como excusa para jugar. De nuestras charlas de futbolín, nos dimos cuenta que existe una comunidad internacional que comparte nuestra pasión y que en nuestro país, esta no había sido desarrollada de forma organizada. Después de investigar aún más a fondo, descubrimos que existía una federación internacional y decidimos hacer contacto,  solo para darnos cuenta que Suramérica tenia países afiliados desde hacía mucho tiempo. Este contacto, nos permite sumergirnos en el mundo futbolín y enamorarnos cada vez más de este deporte. Un día decidimos hacer del fomento del futbolín en nuestro país nuestro proyecto de vida y desde ese momento, no hemos parado de respirar futbolín.